Hay tres tipos de días en la vida: malos, buenos, y los …meh!
Si acumulas muchos días …meh!, la cantidad de días malos aumentará exponencialmente.
Por eso suelo usar la técnica de Steve Jobs: cada mañana me paro frente al espejo y me pregunto si estoy haciendo lo que quiero.
Si la respuesta es no, varios días seguidos, leo a algunos de mis autores favoritos para inspirarme, reevalúo mi vida y me doy cuenta de que las cosas no están tan mal.
En particular, estas tres citas super simples de Eckhart Tolle me han ayudado mucho.

1.

“La mente existe en un estado de ‘Nunca tener suficiente’, por lo que siempre ambiciona más.”

Eckhart Tolle

Cuando la vida se vuelve rutinaria y gris, y nada te satisface, el aburrimiento comienza a carcomerte por dentro hasta que cometes un error y te metes en problemas.
– Haces muchos snacks o comes en exceso.
– Haces maratón de series.
– Scrolleas sin pensar por las redes sociales todo el día.
– O, mi favorito, una mezcla de todo lo anterior.

Pero eso no es lo peor. Lo peor es empezar a pensar en cosas buenas y convertirlas en problemas al imaginar regularmente el peor escenario en nuestras cabezas. Por eso es esencial recordar, como dice Tolle, “La identificación es el error fundamental que cometemos.”

Somos los pensadores, no los pensamientos. Esto significa que de la misma manera que podemos matar el aburrimiento poniéndonos en la peor posición, anhelando más y más, pensando que no tenemos suficiente, y vibrando en la escasez, también podemos hacer lo contrario.
Podemos vibrar conscientemente en gratitud y pensar en el lado bueno de todo lo que tenemos. De esta manera, nos sentimos satisfechos y relajamos nuestras mentes, para que nuestras vidas pasen de sentirse …meh! a ¡Qué padre!

2.

“Reducir la riqueza de la vida de otro ser humano a un concepto es, en sí mismo, una forma de violencia.”

Eckhart Tolle

No eres tu título, tu cargo, ni tu rol familiar. No eres ninguna de todas las etiquetas que te pones. Eres mucho más que eso.
Eres mucho más que tu profesión, eres mucho más que “Papá” o “Mamá”, eres mucho más que “el que paga las cuentas”, eres mucho más.
Eres una conciencia consciente que se mueve a toda velocidad en una planeta llamado Tierra en medio de un inmenso universo; eres un milagro.
Y reducirte a la intersección de todas tus circunstancias es etiquetarte, y como dice Eckhart Tolle, eso es violencia.
Porque al etiquetar algo, le pones un precio y le das una utilidad específica. Y al hacerlo con un ser humano, lo cosificas. Lo peor de todo es que cuando la vida se siente …meh!, es porque has empezado a creer en las etiquetas.
Tal vez no hayas querido etiquetarte en tu trabajo o rol social, pero has creído en esa etiqueta después de vivir en piloto automático sin estar presente en el mágico mundo del aquí y ahora.
¿Cómo no vas a sentirte muerto por dentro? Los objetos están muertos.

Cuando recuerdas que eres un alma infinita que habita en un cuerpo físico, capaz de convertirte en lo que desees, la vida recuperará su gama de colores.
Aprende la lección para no repetir el curso.

3.

“La reencarnación no te ayudará si en la próxima encarnación todavía no sabes quién eres.”

Eckhart Tolle

Más allá de si crees en la reencarnación o no, esta frase motiva a darle ilusión a la vida.
Imagina que hay reencarnación, ¿Querrías pasar por lo mismo repetidamente, como el niño travieso repitiendo grados en la escuela?” Mi respuesta es no.
No me malinterpretes, me gusta vivir, pero no pasaría por los pozos de desesperación y dolor por los que ya he pasado en esta vida si pudiera evitarlo.

La mejor manera de evitar cometer los mismos errores una y otra vez en esta vida o en la siguiente es vivir en el ahora, en un estado de calma y alerta, viviendo una vida intencional en 4k que me permita evitar tropezar con las mismas piedras una y otra vez.
Para eso, no hay nada mejor que emocionarse con los pequeños milagros de cada día y sentir que todo, lo bueno y lo malo, todo, tiene un significado, y nuestra vida es parte de algo más grande.

Y para eso, no hay nada mejor que confiar, como lo hizo Steve Jobs, en que tarde o temprano seremos capaces de unir los puntos hacia atrás y entender por qué vivimos todas esas tribulaciones.

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