Hay muchas razones por las cuales el contenido no funciona, pero esta es una de las más significativas: Nadie está entendiendo tu mensaje. Para crear contenido que funcione, comienza a pensar como un creativo. No importa qué rol tengas, cliente, diseñador, CEO, o el que sea, esto aplica para todos.

Este es el proceso que utilizo para crear contenido. No es complicado, no requiere herramientas o software especiales y no cuesta nada.

Recuerda: Qué, Quién y Dónde
¿Qué valor da a tu audiencia? ¿Resuelve un problema para tu audiencia? ¿Les da algo para contarle a sus amigos? ¿Iniciará una conversación? Tal vez hace una cosa. Tal vez hace muchas cosas.

No necesitas saber exactamente lo que sentirán las personas como resultado de verlo, pero tener una idea del propósito del contenido ayudará a que sea valioso para la audiencia.

¿Quién lo va a ver?
En otras palabras, tu audiencia. No es lo mismo que tus clientes, aunque ellos también lo verán. Necesitas saber a quién estás apuntando para darles lo que quieren ver. Si no sabes quién es tu audiencia, averígualo. Esa es otra historia, pero es importante.

¿Dónde lo verán?
Dónde publiques el contenido juega un papel importante en cómo se hace. Decidir dónde publicarlo también ayuda a crear un propósito para el contenido, evitando que termine en el limbo, el destino de tanto contenido sin propósito.

Si es para LinkedIn, entonces se escribirá para una audiencia de LinkedIn y será un estilo diferente a algo que se publique en instagram, o en aquí, en Japi.

Responde a estas tres preguntas y obtendrás contenido que funcione.

Y, aquí otros tips:

1. Da suficiente tiempo
“Podríamos haber hecho un trabajo mucho mejor en esto, pero el cliente lo quería para ayer, así que esto es todo lo que hemos podido hacer”, dijeron todos los creativos, alguna vez.

La creación de un gran contenido a menudo se ve socavada por la falta de tiempo. Los plazos pueden ser un gran motivador pero no necesariamente hacen que el resultado sea mejor, y corres el riesgo de terminar en el lugar común, creando algo repetitivo, que todos hacen, o dicen.

El deseo de hacer algo de inmediato no debe ganar sobre la necesidad de hacerlo bien. ¿Realmente necesita estar hecho para mañana, o para el final de la semana? Y si es así, ¿lo usarás de inmediato?

A las personas no le importa tus tiempos. No les importa si te estás presentando en una conferencia la próxima semana y quieres mostrar tu nuevo blog. Si el contenido de ese blog se produjo solo para cumplir con tu plazo, y eso ha comprometido su calidad, no vale nada para la audiencia.

Pregúntate: ¿cuándo realmente lo necesitamos?

2. Mantén a las personas involucradas al mínimo
Todos tienen una opinión, pero ¿qué valor tiene? ¿Qué aportan?

Dos personas deberían ser suficientes: alguien que entienda tema y alguien que entienda el proyecto y su contexto. Si es absolutamente necesario, luego haz que alguien de legal lo revise.

Pregúntate: ¿estas personas realmente necesitan estar involucradas?

Lo que nos lleva a…

3. No te entrometas demasiado con el contenido
Elegiste a tu agencia, a tus creativos o a quien uses porque te gusta lo que hacen y porque entienden tu marca y tu negocio. Si estás haciendo tu propio contenido o tus propios diseños, entonces no necesitas preocuparte por esto, porque sabes lo que quieres decir y cómo decirlo, ¿verdad?

(Si los elegiste por otras razones, tienes a las personas equivocadas y necesitas a otras nuevas. Si no sabes qué quieres decir, entonces necesitas averiguarlo).

Así que confía en ellos para hacer su trabajo. Las personas adecuadas elegirán las palabras adecuadas, escribirán un gran guion y harán gráficos que transmitan la información correcta.

Son buenos en lo que hacen. Saben cómo escribir, diseñar, producir un gran contenido. No te están diciendo cómo hacer tu trabajo, así que lo mejor es dejarlos hacer el suyo. Un gran contenido es el resultado de un pensamiento claro. Las rondas interminables de enmiendas oscurecen esa claridad y diluyen el original.

Pregúntate: ¿Estos cambios suman algo? ¿O los estás haciendo por el simple hecho de cambiar?

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